El sonido en la animación japonesa.


Actualmente existen sólo dos países produciendo animación a escala industrial: EE.UU. y Japón. Con únicamente dos ejemplos exitosos es fácil confundir similitudes superficiales con patrones y obviar diferencias mucho más profundas. Desde una perspectiva histórica ambas industrias tienen raíces diferentes que explican las prioridades y estilos contrastantes que tienen. Voy a cubrir resumidamente algunos factores acerca de Norteamérica únicamente para hacer más evidentes algunas características de Japón antes de pasar al tema principal de este artículo.




Para EE.UU. la animación como interés central de una empresa nació de la mano de los hermanos Fleischer, Walt Disney y Warner Bros. Primero orientada a una audiencia cinematográfica y con una fluidez pensada para diferenciarse del cine con actores que la acompañaba y los dispositivos pre-cinematográficos que resultaron en la animación como la linterna mágica o el zootropo. Era un objetivo claro resaltar el potencial de mutación y esa idea puede verse todo el camino hasta producciones más extensas como Snow White. En cambio, al llegar el mercado televisivo como tal hubo dos grandes puntos de inflexión. Obviando los esfuerzos de Hanna-Barbera por lo caótico de su implementación, el primero fue los bloques matutinos de sábado donde todos los canales de aire ocupaban las horas que los niños hubieran dedicado a la escuela a pasar dibujos animados. El éxito de estos segmentos llevó al siguiente punto clave: las cadenas televisivas por cable enteramente destinadas a este material como Cartoon Network de la Ted Turner Network o Nickelodeon de Universal. Si bien estoy salteando gigantescos iconos como Bakshi o dandole poca importancia a las libertades que Warner le daba a sus animadores, las desviaciones de la norma eran una suerte de under y su influencia, súper clara, puede verse en otros autores externos a la industria (o que dentro de esta tuvieron demasiados problemas como John K.) o en la creación de una audiencia interesada exclusivamente en ese material (ejemplificada más que nada por Adult Swim actualmente). No es mi intención menospreciarlos porque sin duda son en extremo interesantes y su llegada a un público masivo estuvo atada a la industria, pero son tangenciales a esta. Incluso si hoy en día una cantidad importante de la producción de animación para adultos está influenciada por estos autores, la audiencia que la aprecia se acostumbró al lenguaje y a la apreciación creciendo con los productos masivos infantiles. Bajo una mirada tan groseramente simplificadora es fácil pensar que el otro país con una industria de animación tuvo una historia similar, sin embargo tanto una como la otra podría haber existido por si misma y a pesar de eso las diferencias hubieran sido mucho más pequeñas de lo que se imaginarían.

La primer matriz en el cine es completamente ajena a Japón. Las funciones compuestas por una serie de actos diferentes que existía en los 20's a 40’s norteamericanos (noticiero, animación, película y cierre con un evento con la audiencia como sorteos) nunca tuvo mucho interés. En las salas de cine el público infantil era entretenido con títeres o actos en vivo  en lugar de material audiovisual específico*. Las dificultades de la guerra y la obtención de material hacían al cine un producto prohibitivamente caro y por varias décadas formativas centrado en la propaganda de una forma u otra (pro-imperial, pro-América, pacifismo violento, etc). Las escasas animaciones clásicas del país se perdieron en incedios y todo ese asunto de ser bombardeados en la guerra, así que es dificil si quiera saber mucho sobre su naturaleza. La producción de un amplio espectro de narrativas y entretenimiento fue dominada por la radio. Desde noticieros hasta melodramas serializados, pasando por publicidad, programas educativos o rutinas de ejercicio. Una practica que también existía en Norteamerica pero con una llegada significativamente menor. Esta es una de las raíces más olvidadas de la animación japonesa: la radio.

Y no sólo es un factor temático. Una vez que estalló la televisión las cadenas cinematográficas cerraron un trato conocido como el Acuerdo Gosha en que coordinaron que todo actor de cine no podía estar en televisión (donde las cadenas habían nacido de la radio o sus propietarios eran los mismos), y obviamente viceversa. Con el plan de sellar el talento que habían dedicado dinero a crear, el efecto fue un boom del rol actoral. Cada medio necesitaba obtener sus propios artistas y el espacio puramente sonoro se convirtió en un terreno fértil en busca de nuevos talentos. La televisión y la radio formaron una hermandad por necesidad que afectó directamente el contenido de cada una.

Aunque hay una infinidad de pequeñas repercusiones elijo centrarme en tres características que nacen de esta dependencia con el reino de lo puramente sonoro.
Es posible hasta el día de hoy encontrar veinte segundos o más de un rostro fijo ocupando toda la pantalla con tres frames dedicados a la apertura, semi apertura y clausura de la boca. Este es un ahorro de presupuesto sólo posible porque la audiencia desde estaba acostumbrada a que fuera más importante el desarrollo de la trama en diálogos e interacciones que el movimiento de la animación en sí. Los ocasionales escasos minutos de animación hiper detallada a los que se les dedica el trabajo de la mayor parte del equipo podrían fácilmente imaginarse como un material adicional para acompañar el verdadero contenido, los diálogos ilustrados con el rostro del hablante. La animación pura sería vista como un extra. Un gran culpable de esto es Zeta Gundam, donde las secuencias de pelea parecen una serie externa a la gran mayoría del tiempo en que tenemos una telenovela apenas animada excepto por el no tan ocasional sopapo. Cuando se la re-editó en formato película las secuencias de pelea vueltas a animar con más presupuesto se ven bien, pero en cuanto le agregan trabajo a un momento dramático entre personajes salta a la vista la diferencia de presupuesto y estilo.
spoilers y eso, ponele, que se yo, no va a tener sentido si no conocés el material de todas formas.

Otro fenómeno es la dedicación que se le da a la banda sonora. Aunque no es el caso con el cine, las series animadas norteamericanas rara vez tienen una banda sonora exclusiva a menos que traten sobre música e incluso entonces es difícil que esta se venda por separado. En cambio es raro que en una animación japonesa no exista una banda sonora original, y la mayoría de los actores de voz importantes suelen cantar el opening o ending de muchas de sus producciones. Hoy en día el pico de esto son las series sobre idols en que un cacho de cada capítulo es sencillamente un videoclip y el objetivo monetario es ganar dinero con las presentaciones en vivo**. En muchos casos en occidente cuando una serie tiene una banda sonora muy completa esto resulta en dificultades para licenciarla, demorando o impidiendo su salida en mercados caseros como fue el caso de Daria o Mission Hill.
El box de 12 dicos es unicamente para la serie de LotGH. Tenés que comprar aparte las de las películas.
Por último quiero destacar un fenómeno ajeno a la producción de otros países en la actualidad: el “drama CD”. A veces acompañando una serie pero otras un piloto o una adaptación autónoma. La depuración máxima de lo sonoro, un radio teatro actuado por los mismos actores que trabajarían en una animación sobre materiales que podrían haber tomado esa ruta. Obviamente todo el mundo ha conocido los radioteatros y hoy en día tienen bastante salud como un género de podcast (Welcome to Night Vale fue el podcast más exitoso durante varios años, aunque los medios para medir este éxito son un tanto dudosos) pero es raro que sea un punto de interés para múltiples empresas y un producto en constante venta por sí mismo.
Luego de la cancelación de Saint Seiya todavía tenían varios capítulos de la saga de Hades
en audio, así que desde 1990 estaban disponibles en este drama CD. Similarmente hicieron
una especie de continuación OVA en audio sólo en 1997.
Info sobre esto acá.
Plano A Plano B Repetir
Para ejemplificar voy a tomar dos series recuperadas de los 70’s, Ashita no Joe y Ace wo Nerae. Ambas son series de deportes, los cuales suelen estar caracterizados por individuos moviendose, aclaro por si no están al tanto; y contaron con presupuestos cómicamente reducidos. La primera, orientada a un público masculino, puede llegar a tener secuencias de persecución al estilo Picapiedra donde son 3 frames de posición corriendo y un fondo que hace un loop; la segunda, orientada a un público femenino, puede tener 10 segundos de un plano fijo de un árbol pintado en acuarelas. Llamarlas animación es casi un elogio. Y a pesar de esto son series que al día de hoy son recordadas como clásicos y recomendadas a nuevas audiencias sostenidas en gran parte por los tres puntos que mencioné previamente.
No recuerdo ver esto en ESPN
Primero son grandes culpables del plano fijo del personaje analizando la situación, o un miembro de la audiencia explicando la dificultad en la que se encuentran sobre una imagen fija del personaje en un fondo abstracto. Todo el que vea anime está acostumbrado a esto, puede ser una ayuda al que no entiende las tareas que están realizando pero es extraño el tener un manual sobre deportes incorporado a la mitad de una competencia. En lugar de sentir vergüenza de este recurso ambas aprovechan al máximo sus actores de voz para potencia la situación por encima de lo naturales de sus disciplinas. En cierto sentido la imagen solamente ejemplifica el tópico que es tratado en diálogos y narraciones.

Segundo tenemos que ambas tienen bandas sonoras orquestales pensadas exclusivamente para el tono y naturaleza de ambas series. AnJ tiene una banda sonora melancólica y dramática, con temas de enka (un género usualmente reservado a mujeres despechadas) o enteramente silbados, que va con la trama de un chico vagabundo que sólo sabe pelear aprendiendo que puede tener valor en su vida si le da disciplina a su violencia. AwN en cambio suena como un desfile, trompetas y cantantes alegres por doquier, que en parte le da un ambiente más femenino pero también complementa su trama sobre una novata que aprende de la forma difícil lo duro que puede ser el deporte descubriendo una pasión que no sabía que era capaz de tener en un mundo reservado a los hombres.
                                                              




Por último ambas series tuvieron una vida en el mercado casero antes de que existieran los VHS mediante drama CDs. Esto las mantuvo presentes en la cultura popular volviendo ciertos elementos icónicos mientras el resto del mundo no tenía idea que existían. Con Joe lo que más perduró fue la imagen final de la serie, spoilers pero el pibe muere en la pelea por el titulo sentado en el banquillo con el pelo blanco porque gastó toda la energía de su vida en esa pelea. Con Ace es probable que su mayor herencia sea el tópico de un futuro artículo, su trama inicial fue adaptada casi idéntica a los dos primeros OVAs de Gunbuster, serie que perduró mucho más en parte porque fue el primer trabajo de Hideaki Anno (que uno de los más grandes ñoños del anime la elija como referencia para su primer trabajo ya dice mucho de su valor histórico del material original) y en parte por la sencilla realidad de que al salir originalmente en VHS fue sencilla su posterior exportación. Prometo que la revolución que significó el mercado casero en la industria de la animación va a ser tema de otro artículo.

Aunque no son series de mecha y estoy patinando un poco publicando esto acá, me parece importante tener presente cómo el mundo sonoro es usualmente más de la mitad de las producciones japonesas (y más si pensamos en trabajos previos a las facilidades de la postproudcción digital). Aunque muchos recursos pueden parecer únicamente recorte de presupuesto, una industria que nació y creció sobre esa base resulta necesariamente en decisiones creativas inspiradas por estas limitaciones y tendencias. Cuando tenemos un plano de treinta segundos de un ascensor en Evangelion sí, están ahorrando dinero, pero nadie le apuntó una pistola a la cabeza de Anno. Fue una decisión consciente construir tensión y drama de esa forma. Cuando un combate en el espacio se congela para que el protagonista pondere si rendirse o no es más barato que si lo hiciera mientras peleara, pero el tono que crea no es pereza sino confiarle al actor la completa responsabilidad sobre el drama. Antes de saltar al facilísimo de criticar las diferencias siempre hay que considerar el contexto en que ocurre y la intención detrás de esto.

* Cuya herencia puede verse hasta el día de hoy con las versiones teatrales infantiles de toda serie de Tokusatsu.
**Algún día en el futuro habrá un articulo dedicado a cómo hay actuaciones en vivo para un montón de series cuya gracia son los efectos especiales y lo voy a linkear acá y va a quedar buenísimo, se los juro.

1 comentario:

  1. buena publicacion Conoce los mejores animes en esta webveranime.top estan muchos de los que se hablan aqui saludos

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